En plena “invasión” de proyectos fotovoltaicos en el municipio de Vitoria, la Asociación de Concejos del municipio de Vitoria, ACOVI-GKE, ha reclamado este viernes al Ayuntamiento que garantice que ninguna de las plantas que acaben convirtiéndose en realidad pueda estar a menos de 500 metros de sus casas, y que se respeten los terrenos de alto valor agrícola. La normativa superior, el PTS de Energías Renovables del Gobierno Vasco y el PTP de Álava Central de la Diputación Foral de Álava, así lo establecen, pero están en fase de aprobación provisional, como un Plan General de Gasteiz que, pese a estas disposiciones legales y a la palpable contestación social en la zona rural de Gasteiz, reduce a 300 metros la distancia mínima que puede haber entre las placas fotovoltaicas y las viviendas.
“Desde 2021 nos vimos sobrepasados con la llegada de Solaria y sus macroproyectos, sin ninguna legislación vigente que regulase nuestro territorio y su implantación. Todas las figuras con capacidad de legislar estaban sin aprobar y, a fecha de hoy, casi cuatro años después, todos estos planes se encuentran en aprobación provisional, no definitiva”, ha lamentado el presidente en funciones de ACOVI, Gerardo López de Suso.
Normativas obsoletas
Probablemente el meollo del debate sobre las energías renovables en Euskadi está ahí, en el hecho de que el boom de los macroproyectos, al calor de las nuevas normativas estatales, ha pillado a la comunidad con el paso cambiado, con un PTS en vigor que tiene más de veinte años antigüedad y cuya renovación va a un ritmo desesperadamente lento para los potenciales afectados por estas plantas. La realidad está corriendo mucho más rápido que los trámites legislativos.
“Desde 2021 nos vimos sobrepasados con la llegada de Solaria, sin ninguna legislación vigente que regulase su implantación”
GERARDO LÓPEZ DE SUSO
Una isla rodeada de paneles
Así, a día de hoy Martioda, Mendoza, Uribarri-Dibiña, Hueto Arriba y Hueto Abajo pelean para evitar la construcción tal cual se proyecta de Zierbana Solar 4; mientras que Lubiano, Junguitu y Ullíbarri Arrazua hacen lo propio con Solar 1 y 2. Casos como el de Lubiano son paradigmáticos de lo que supondría aprobar los proyectos presentados, pues la localidad se convertiría en “una isla” rodeada de paneles. ACOVI no entiende que, estableciendo también la Ley de Vivienda del Gobierno Vasco esa distancia mínima de 500 metros, el PGOU la recorte a 300, aunque sea de forma provisional. “Al no estar regulado, el Ayuntamiento tenía la posibilidad de establecer en el PGOU una distancia mayor a los 500 metros, lo que habría demostrado su compromiso de preservar y proteger la zona rural del municipio. En cambio, permite la creación de estos concejos isla”, explican desde ACOVI.
Sin información de las administraciones
Los concejos vitorianos viven esta situación con “incertidumbre y estrés, con muy poca información por parte de las administraciones públicas y un gran desconocimiento de la materia medioambiental y urbanística que estos proyectos requieren”, ha señalado López de Suso. Fruto de esa inquietud se creó una mesa de trabajo que, “siempre asesorados jurídicamente en cada uno de los pasos que se iban dando”, ha ido alegando sistemáticamente “cada autorización administrativa previa, cada autorización de construcción y cada impacto ambiental de los diferentes proyectos en este municipio”. Son muchos; además de Zierbana Solar 4, Solar 2, Solar 1, están Bitxilore, Ramos, Eki Bat y Eki Bi.
El apoyo de las Juntas Generales
La mesa también alegó ante el PGOU del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, el PTP de Álava Central y el PTS de Energías Renovables, solicitó turno popular en el Consistorio gasteiztarra y en el Pleno de las Juntas Generales, y aquí, en el legislativo alavés, llegó su primer logro.
En el Pleno del 16 de febrero, por primera vez, los grupos políticos aprobaron instar a la Diputación Foral de Álava, al Parlamento Vasco y al Gobierno Vasco a mantener los 500 metros como zona de exclusión para estos proyectos en los núcleos rurales, así como preservar los suelos AVE (Alto Valor Estratégico), no solo para los proyectos futuros, sino también para aquellos que ya han solicitado la autorización previa. “Esto es crucial para los concejos”, señala López de Suso, y ahora estos confían en que en el Parlamento Vasco esta moción se apruebe por unanimidad. “Ese día, ACOVI y los concejos veremos que habrá merecido la pena el esfuerzo, el tiempo personal y económico dedicado estos años”, explica el portavoz de la asociación, que subraya “la constante sensación de falta de colaboración por parte de las instituciones”.
La situación a día de hoy
“Cuatro años después, cuando respirábamos más tranquilos porque la Diputación había denegado en octubre la aprobación inicial del Plan Especial de Solar 2, lo que hacía inviable este proyecto”, ACOVI ha recibido la notificación del Departamento de Industria del Gobierno Vasco de la aprobación administrativa de construcción de Vitoria Solar 2, lo que “genera nuevamente incertidumbre tanto en esta mesa como en los vecinos y vecinas y en la zona rural en general”.
Por otro lado, están pendientes de resolver los proyectos que han solicitado autorización previa, como Zierbana Solar 4, pero los concejos confían en que “con un PTS de Energías Renovables, un PTP de Álava Central y un Plan General a punto de aprobarse, las administraciones adopten una mayor sensibilidad hacia la zona rural”.
El siguiente paso es la solicitud a la Comisión de Ordenación del Territorio del País Vasco de que informe desfavorablemente sobre la distancia de 300 metros establecida en el nuevo PGOU de Vitoria-Gasteiz aprobado provisionalmente, y que proponga su adecuación al criterio del PTP de Álava Central y del PTS de Energías Renovables, estableciendo una distancia de protección paisajística de los pueblos de 500 metros.
La licencia social, la voz de los pueblos
Para los concejos de Vitoria-Gasteiz es imprescindible que los proyectos que se presenten cuenten con la “licencia social”, que los pueblos afectados puedan tener voz y voto “para definir el modelo energético más afín a este territorio”, en el que tienen un papel crucial las comunidades energéticas, un modelo de generación y consumo local alejado del “monopolio” que, aseguran, se está promoviendo.
FOTOGRAFÍA: Txus Díez