El pasado 6 de diciembre, tras dos décadas de negociaciones, la Unión Europea y Mercosur concluyeron las negociaciones de un Acuerdo de Asociación que implica abrir una zona de libre comercio para 700 millones de personas de la que irán desapareciendo de forma progresiva los aranceles. El acuerdo ha hecho saltar las alarmas en el sector agroganadero europeo, español, vasco y alavés, ante el temor de que haya un desplome de precios, y en UAGA, el sindicato agrario del territorio, la oposición a esta apertura de Europa a los mercados sudamericanos es total.
Impacto para la viabilidad de las explotaciones
Su presidenta, Edurne Basterra, explica a ZUK que el acuerdo supondrá “un grave impacto para la viabilidad de nuestras explotaciones; estos acuerdos de libre comercio hacen que no se cumplan las normativas que rigen en Europa, y además los costes de producción en esos países son menores que los que tenemos aquí. No competimos en las mismas condiciones”, denuncia.
“Los costes de producción en esos países son menores que los que tenemos aquí; no competimos en las mismas condiciones”
EDURNE BASTERRA
Mil millones para mitigar posibles impactos
Este mismo martes la Unión Europea ha confirmado que va a establecer un fondo de mil millones de euros para los agricultores europeos que se vean afectados por el acuerdo comercial, con el fin de “responder rápidamente en caso de un impacto grave»; y confía además en no tener que echar mano de ese dinero, pues el tratado contempla diversas restricciones para proteger al sector Primario de la UE. En UAGA no creen que esas limitaciones puedan llegar a ser efectivas.
El precedente de Marruecos
“Yo no lo veo -señala Basterra-. Aquí hay unas normativas que hay que cumplir sí o sí, y nos dicen que va a haber inspecciones para garantizar la trazabilidad, pero es imposible, hay muchos productos que allí se usan y aquí están prohibidos. Tenemos Marruecos aquí al lado y Marruecos no cumple las normativas, sus productos llegan y entran, y los podemos ver en todos los supermercados; esto no va a ser diferente. Yo no digo que las normas sean restrictivas o no, pero hay que cumplirlas, y tenemos que cumplirlas todos», afirma.
En la defensa de este tratado se alega que productos como el vino, por ejemplo, van a tener una autopista de entrada en el vasto subcontinente sudamericano, pero el sindicato agrario no considera que vaya a ser así, cree que serán otros los sectores beneficiados. “Somos una moneda de cambio para que empresas farmacéuticas o de automoción puedan vender allí sus productos; somos el producto gancho, y no lo debemos consentir”, enfatiza Basterra, quien lamenta que en esta, como en otras ocasiones, “se hacen negociaciones en mesas que tienen que ver con el sector y ni siquiera se han bajado a pie de finca para ver nuestra realidad”.
La Ley de Cadena Alimentaria
Y la realidad es que, a día de hoy, por ejemplo, la Ley de Cadena Alimentaria de 2021 no se cumple en todos sus términos. “Simplemente con se cumpliera no iríamos mal, pero no se está pagando en los plazos que se debe en los productos frescos y se venden productos por debajo de coste de producción, se puede ver en el supermercado. Si hay lotes a punto de caducar pueden hacerlo”. Según explica, la norma “no llega hasta el productor final, se para en la mitad del camino, y debemos asegurarnos de que se cumple desde que sale el producto de nuestras casas hasta que llega al consumidor final”.
Un año después de las tractoradas
El acuerdo con Mercosur llega un año después de que el campo europeo saliera a la calle para denunciar su situación, con tractoradas y manifestaciones que lograron arrancar compromisos políticos de las diferentes administraciones. En el caso de Euskadi todavía no se ha podido entrar en detalle a mejorar las cosas, explica Basterra. “Hemos tenido cambio de lehendakari, y ahora tenemos un cambio de diputada de Agricultura”, recuerda. La presidenta de UAGA confía en que “en este 2025 podamos sentarnos y empezar a avanzar y a cerrar acuerdos”.
El detalle del tratado
La Comisión Europea estima que la Unión alcanzará un ahorro arancelario de 4.000 millones de euros anuales gracias al acuerdo con Mercosur, con la eliminación de numerosas barreras arancelarias y no arancelarias.
El acuerdo supone la eliminación progresiva de los aranceles a productos como el aceite de oliva, el vino, las frutas y hortalizas o el porcino. En contrapartida, la UE liberalizará el 82% de las importaciones agroalimentarias del bloque de Mercosur e impondrá los mencionados contingentes arancelarios para los productos más sensibles. Se mantendrán, según el Gobierno de España, “los exigentes estándares de seguridad alimentaria europeos”, y la protección de 357 Indicaciones Geográficas de alimentos y bebidas de la UE, de las que 59 son españolas.
En relación con el sector industrial, Mercosur eliminará aranceles al 90% de sus importaciones procedentes de la UE, eliminación que se producirá en 10 años para la mayor parte de los productos. Se beneficiarán más aquellos sectores que tienen un arancel más alto, como el automóvil, los bienes de equipo, los productos químicos, los productos farmacéuticos o el textil y calzado.
En materia de servicios, el acuerdo elimina obstáculos en sectores como el financiero, las telecomunicaciones o el sector de servicios de transporte marítimo internacional. Se introducen disposiciones en materia de comercio electrónico e incluyen disposiciones respecto a la movilidad de trabajadores de perfil directivo y especialista.
El Acuerdo allanará además el acceso a los mercados de contratación pública de Mercosur, tradicionalmente muy cerrados a la inversión extranjera; y por otro lado incluye el cumplimiento de los compromisos del Acuerdo de París, la lucha contra la deforestación o el respeto a los derechos laborales.
Mercosur
El Mercado Común del Sur, Mercosur, es un proceso de integración regional instituido inicialmente por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay al cual en fases posteriores se han incorporado Venezuela -país suspendido en 2017- y Bolivia, ésta última en proceso de adhesión.
Su territorio abarca una extensión de 14,8 millones de kilómetros cuadrados, su población supera los 295 millones de personas, posee una de las más importantes reservas de agua dulce del planeta, el Acuífero Guaraní; y es la quinta mayor economía del mundo.
FOTOGRAFÍA: Txus Díez/UAGA