Susana Saénz de Ugarte lleva 18 años trabajando en el sector sociosanitario de personas dependientes mayores. Ha llevado la dirección de tres centros de gestión privada, la residencia de Bernedo, la vivienda comunitaria de Campezo y el CRAD (centro rural de atención diurna) de Alda, y en todo este tiempo ha atesorado una visión global sobre la situación de los mayores dependientes en la comarca que ha querido compartir en el taller del Programa Comarcal de Desarrollo Rural.
Un plan específico
“Tenemos diferentes infraestructuras dentro de la comarca, hay tres centros de atención rural, Lagrán, Maeztu y Alda, que están muy bien, que son centros de día con plazas para personas mayores: luego está la vivienda comunitaria de Campezo hasta grado, 1 y para grandes dependientes tenemos plazas privadas en la residencia de Bernedo”. Susana reclama que se elabore un plan específico para adaptar los servicios a “la evolución en ese sector de la población de dependientes y también de mayores, en una comarca en la que tenemos una población mayor muy importante”.
Recuerda Susana que tanto la Diputación como el Gobierno Vasco están orientando sus políticas para que las personas mayores se mantengan en su casa el mayor tiempo posible, “y desde luego comparto ese objetivo, pero creo que para eso necesitamos recursos. Sí que hay ayudas para adaptar esas viviendas, pero las reformas son costosas, y además hay que saber que tenemos esas ayudas”.
El SAD y la teleasistencia nocturna
Ahora mismo en la Montaña el servicio de ayuda a domicilio y la teleasistencia nocturna facilitan que los mayores se queden en su casa, “pero se queda corto. Muchas veces tenemos un servicio con grado 1 de 5 horas, y con eso las familias no pueden mantener a esa persona en casa, porque además ahora no se vive en las casas como antes, cuando vivían juntos los padres y los hijos. Muchas veces la persona mayor cuando empieza a ser dependiente está sola o en pareja, y para poder mantenerse en su casa necesita más apoyo”.
“Ahora no se vive como antes, cuando una persona empieza a ser dependiente está sola o en pareja, y para poder mantenerse en su casa necesita más apoyo”
SUSANA SÁENZ DE UGARTE
A veces, explica, se busca ese apoyo por línea privada, “buscando una persona interna en casa, pero en estos ámbitos rurales es más difícil”.
Infraestructura
Por otro lado, Susana cree necesario habilitar una infraestructura para atender a personas dependientes a partir del grado 1. “No hay más que la residencia de Bernedo, un edificio que no se ha reformado mucho, y hay que adaptarlo para fomentar la autonomía, para que haya un equipo multidisciplinar, que se trabaje con la atención central a la persona con planes individualizados en envejecimiento, tenemos que ir más allá”, enfatiza.
Financiación
Los ayuntamientos, añade, “se quejan de que la gestión es suya y no tienen capacidad para llevarla a cabo. Se les da el 75% del coste de este servicio y, o no pueden asumirlo, o les supone un sobreesfuerzo”.
“No nos vamos a quejar de lo que tenemos -concluye Susana-, pero hay que avanzar y mejorar. En los centros nuevos que se hacen las habitaciones tienen que ser individuales con su baño, aquí son baños y habitaciones compartidas. La legislación va avanzando en los servicios sociales y vamos mejorando, pero luego las infraestructuras tienen que ir acompañando”.
FOTOGRAFÍA: Txus Díez