La jornada dedicada a compartir buenas prácticas sostenibles y herramientas para combatir el sustainable washing que se celebró este martes en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa ha dejado algunas valiosas reflexiones. Impulsada por la Alianza Alavesa por el Desarrollo Sostenible 2030 y el grupo motor del ODS 8, que promueve el trabajo decente y crecimiento económico sostenible, el encuentro permitió analizar certificaciones ambientales y prácticas empresariales para alcanzar un modelo de crecimiento económico verdaderamente sostenible.
La Agenda 2030
La jornada contó con una apertura a cargo de Eduardo Aguinaco, director de Áreas Estratégicas de la Diputación Foral de Álava, que señaló la complejidad de transmitir el verdadero mensaje de la Agenda 2030 a la sociedad, subrayando la importancia de la sensibilización para construir un futuro más justo y sostenible.
Al director foral le acompañó Javier Goikoetxea, cofundador de Bikonsulting, que destacó la necesidad de replantear el sistema económico actual, en el que el beneficio económico suele primar sobre el bienestar de las personas y el planeta, algo que el ODS 8 busca equilibrar mediante un enfoque que valore lo económico, lo social y lo ambiental.
‘B Corporation’
La cita también contó con una muy interesante mesa redonda que sirvió de plato fuerte del encuentro y en el que Elena Sánchez, responsable de Internacionalización de Bodegas Baigorri; Paloma Orte, directora de sostenibilidad de Last Tour y Jon Kepa Izaguirre, director de Calidad e I+D+i de A&B Laboratorios de Biotecnología, intercambiaron ideas sobre cómo las empresas pueden avanzar hacia la sostenibilidad sin caer en el greenwashing. Todas las empresas representadas cuentan con la certificación B Corporation, un sello que garantiza el compromiso con la sostenibilidad como eje estratégico e impulsa a la organización hacia un cambio profundo y continuado.
Los sellos verdes son reconocimientos que se le conceden a las empresas que cumplen con ciertos requisitos ambientales. Estos tienen muchos beneficios, puesto que instan a las empresas a demostrar su compromiso con la búsqueda de la minimización del impacto ambiental. Sin embargo, en ocasiones algunas empresas recurren a las falsificaciones de estos sellos para obtener beneficios, lo que se define como greenwashing o sustainable washing. No obstante, el futuro parece esperanzador, puesto que cada vez son más las auditorías que se hacen para el cumplimiento de estas certificaciones.
Vino responsable
Bodegas Baigorri, una pequeña empresa del sector primario, ha trabajado de forma sostenible desde sus inicios, priorizando el uso de recursos locales y elaborando su vino con prácticas responsables, práctica que se ha decidido plasmar bajo una certificación. Por su parte, A&B Laboratorios de Biotecnología produce productos químicos a través de tecnologías limpias, diseñados desde su concepción para reducir el impacto ambiental y ser más seguros en todo su ciclo de vida. Con la Ecoetiqueta Ecológica a nivel nacional y diversas certificaciones de AENOR, A&B evalúa y refuerza constantemente su contribución a los ODS.
Todas las personas participantes coincidieron en que las alianzas con proveedores locales y otras empresas B Corp son fundamentales para mantener y reforzar los modelos sostenibles. Por ejemplo, Last Tour colaboró con otras entidades en un proyecto de reforestación para recuperar un bosque incendiado. Asimismo, como explicó Paloma Orte, las colaboraciones dentro de la comunidad B Corp generan sinergias importantes, buscando un cambio positivo y compartiendo buenas prácticas.
Aun así, todos los agentes reconocieron los desafíos del greenwashing, destacando la importancia de las recertificaciones, que ayudan a las empresas a mantener y mejorar sus prácticas sostenibles. En una reflexión final, animaron a empresas y organizaciones a inspirar a su entorno y compartir sus avances, subrayando que cada gesto cuenta y contribuye a construir un impacto colectivo positivo.
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