Al anuncio de que Guardian Glass Llodio iba a echar la persiana en seis meses, que pilló por sorpresa a trabajadores, instituciones y sociedad en general, se le ha sumado una noticia que agrava la situación. La multinacional tiene intención de apagar el horno en el que fabrica el vidrio este mismo miércoles, en lugar del 3 de febrero, como estaba previsto, lo que ha precipitado una decisión del comité de empresa adoptada en la mañana de este mismo lunes. El 100% de la plantilla ha votado a favor de ir a la huelga desde el jueves, para tratar de que la dirección de la firma se eche atrás y, de no conseguirlo, para no tomar parte en el desmantelamiento de su medio de vida. Antes, los sindicatos han recibido el mensaje de la dirección de que la clausura de la fábrica es irrevocable.
La decisión de Guardian de apagar el horno ya ha dejado prácticamente sin margen de maniobra tanto a los trabajadores como el Gobierno Vasco, que quería entablar negociaciones con la mutinacional para evitar que Aiaraldea pierda 171 puestos de trabajo.
Diferentes movimientos para evitar la parada
El lehendakari, Imanol Pradales, pidió explicaciones a la empresa; y el Ejecutivo advirtió de que investigaría si, como se alega, el horno, a punto de quedar obsoleto, no puede ser reparado, actualizado o sustituido.
Por su parte, desde el comité se ha alertado de que el apagado súbito del horno puede generar un grave riesgo de colapso del edificio que lo alberga. De hecho, ELA, que junto con LAB representa a los trabajadores en planta de Laudio, ha reclamado al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco que paralice cautelarmente el apagado del horno.
FOTOGRAFÍA: @ELASindikatua