Con todo el agua que está cayendo este otoño en los montes alaveses y las suaves temperaturas de las que estamos disfrutando, no es de extrañar que los bosques estén preñados de angulas de monte, la seta cantharellus lutescens que tanto apreciamos por estas latitudes pero que, en temporadas como la presente, pueden ser demasiadas y llegar a monopolizar nuestra dieta.
Para no desperdiciar ni uno de estos exquisitos manjares que nos brinda la Naturaleza y poder disfrutarlos durante todo el año hay varias opciones de conservación.
Secado
Una de ellas es la deshidratación. Limpiamos bien las setas con un paño o cepillo seco, sin utilizar agua, y las dejamos secar en un lugar ventilado, bien esparcidas sobre un papel de periódico. Pasados unos días las guardamos en frascos herméticos. Basta con rehidratarlas en agua tibia para que resuciten y estén listas para ser cocinadas.
Congelación
Para congelar los cantharellus, previamente hay que limpiarlos y cocinarlos ligeramente, salteados en su propio jugo sin agua ni aceite, hasta que suelten el exceso de humedad. Los dejamos enfriar y los metemos en bolsas de congelación.
Conserva en aceite
Cocinamos ligeramente los cantharellus en una sartén para que pierdan humedad, luego los colocamos en un frasco de vidrio esterilizado y los bañamosen aceite de oliva. Agregamos un poco de sal y ajo y ya estarán listos para cocinar y comer.
Escabeche
Cocinamos los cantharellus en una mezcla de vinagre, agua y especias, como laurel y pimienta. Una vez fríos, los guardamos en frascos esterilizados en el refrigerador. Esta fórmula, eso sí, desnaturalizará un tanto el sabor de la seta.
Salmuera
Es una opción similar a la del escabeche, pero usando solo agua, sal y especias. Cocinamos los cantharellus en salmuera y los guardamos en el frigorífico en frascos de vidrio, cubiertos por la misma mezcla.
Dónde encontrarlos
- Bosques de coníferas: El cantharellus suele crecer en bosques de pinos, abetos y en áreas donde el suelo está cubierto de musgo.
- Suelos húmedos y musgosos: El Cantharellus lutescens prefiere suelos ricos en humus y con buena retención de humedad. Suelen encontrarse en suelos cubiertos de musgo, lo que les proporciona las condiciones de frescura y sombra que necesitan.
- Zonas montañosas y húmedas: Crece principalmente en zonas de montaña, desde baja hasta media altitud, donde las temperaturas son frescas y el ambiente es húmedo, aunque no encharcado.
- Clima: Es típico del otoño, y aparece en zonas húmedas después de las lluvias otoñales. Puede crecer también a finales de verano si las condiciones de humedad son adecuadas.
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FOTOGRAFÍA: Txus Díez
