De pequeño, Oriol Pares quería ser inventor y se dedicaba a desarmar televisores estropeados, pero luego se hizo músico, saxofonista, y la primera pasión infantil quedó aparcada. Ahora, las dos vocaciones convergen a escala cuántica en Hibridalab, el Centro de Innovación Abierta y Trnsferencia Creativa de Álava.
Hasta el 16 de mayo
Oriol, que forma parte del grupo de Investigación en Arte Contemporáneo del programa de Doctorado de la Facultad de Bellas Artes de la UPV/EHU, con un proyecto titulado Quantum Echoes, ha pasado unos meses de residencia en el FabLab de Hibridalab y fruto de esta estancia ha nacido Decoherent States, una performance presentada este viernes y que desde el lunes y hasta el 16 de mayo estará abierta al público.
Un instrumento musical y las tripas de un ordenador
Decoherent States es una cosa y varias a la vez. Es un instrumento musical y son las tripas de un ordenador. Oriol creó un algoritmo para ejecutar piezas musicales de forma aleatoria, y en el FabLab ha tenido acceso a la maquinaria y las materias primas necesarias para convertirlo en algo real y tangible. La pieza se compone de 16 tablones de madera, cada uno afinado a una altura distinta, que reciben impulsos eléctricos que los hacen sonar e iluminarse siempre de una manera diferente, una pieza con la que el publico puede interactuar como el viernes lo hizo la bailarina Paula Jofre en una presentación de la muestra guiada por Mr Q, responsable del FabLab en el que Oriol ha trabajado todos estos meses para «unir la computación cuántica y la Naturaleza», y de paso hacer esta compleja realidad que va a guiar nuestro futuro tecnológico un poco más accesible al público general.
FOTOGRAFÍA: Txus Díez