Vienen días de fiesta para todos los escolares y también para muchas personas dispuestas a no desperdiciar los días que les quedan de vacaciones y libre disposición. A falta de una salida previamente planificada siempre se puede improvisar, y Burgos es el lugar perfecto para organizar una excursión de una última hora sin necesidad de pernoctar fuera de casa ni complicarse mucho la vida. A apenas una hora de Gasteiz podemos disfrutar de una ciudad cuyo patrimonio atrae a turistas de todo el mundo y que en Navidad tiene un encanto especial, sobre todo cuando los montes Obarenes son capaces de retener los frentes del noroeste y la lluvia no pasa de Pancorbo.
Os proponemos una ruta para conocer la ciudad en la que reposan los restos del Cid Campeador en una sola jornada.
El casco histórico y la Catedral
Empezamos nuestra visita frente al arco de Santa María, que da acceso a la parte antigua de la ciudad, y que fue construido en el siglo XIV y remodelado en el XVI. Su fachada renacentista está decorada con estatuas de personajes históricos como Carlos V, El Cid y el Conde Fernán González, y en su interior alberga una sala de exposiciones y un salón noble que se puede visitar, además de ofrecer vistas al Arlanzón y al Paseo del Espolón, que sigue el curso del río sombreado por una arboleda. Es este un buen lugar para, después de haber probado el obligado cordero asado y las morcillas locales, dar un paseo digestivo antes de seguir con nuestra excursión.
Estábamos bajo el arco de Santa María, desde donde ya podemos entrever la joya patrimonial la ciudad y uno de los monumentos mas relevantes del país y del continente. La Catedral de Burgos, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, comenzó a levantarse en 1221 y la obra tardó casi 300 años en concluir, lo que explica la variedad de estilos arquitectónicos que alberga. Su fachada principal es una obra maestra del gótico clásico, con una ornamentación rica en detalles, y bajo su cimborrio renacentista están las tumbas del Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid; y su esposa doña Jimena.
Sorolla en la Catedral
El retablo mayor es una obra maestra del arte religioso, la Capilla de los Condestables es una auténtica catedral dentro de la catedral, y la Escalera Dorada, diseñada por Diego de Siloé, un ejemplo de arte renacentista único en España. Sin embargo, lo que más atrae a quienes visitan la catedral es sin duda el famoso Papamoscas, una figura animada que abre la boca al dar las horas. En otras circunstancias podríamos acabar la visita en el claustro, digno por supuesto de ver, pero resulta que hasta marzo se exhibe junto al mismo la exposición Joaquín Sorolla y la Valencia de 1900, una muestra del genio de la luz y de algunos pintores coetáneos. Por un euro más de los apenas diez que cuesta ver la catedral (los martes por la tarde la visita es gratuita) podremos salir a tomar el vermú a la Plaza Mayor empachados de belleza.
Las Huelgas Reales
Para después de comer podemos elegir entre ir a ver el castillo de la ciudad, hoy en ruinas, o visitar el Monasterio de Las Huelgas Reales. Nos hemos decantado por la segunda opción porque a todo no da tiempo y porque se llega en apenas veinte minutos a pie siguiendo el anteriormente mencionado paseo por la ribera del Arlanzón. Se trata de un convento cisterciense fundado en el siglo XII cuya arquitectura combina los estilos románico y gótico. Fue fundado en 1187 por el rey Alfonso VIII y la reina Leonor de Plantagenet y es uno de los conjuntos monásticos más impresionantes de España, probablemente porque su función inicial fue la de panteón real y lugar de retiro para mujeres nobles.
Sus elementos más destacados son la Sala Capitular, de gran riqueza artística; y el Museo de Telas Medievales, que alberga una colección de ropajes reales y piezas textiles de los siglos XII y XIII únicas en Europa. Las Huelgas sigue siendo un monasterio activo y está gestionado por monjas cistercienses. Los visitantes pueden recorrer su iglesia, el claustro, el Panteón Real y varias salas.
Para la siguiente y última parada de nuestra excursión a Burgos recomendamos coger el autobús urbano 05, que nos dejará frente al…
Museo de la Evolución Humana
Es uno de los museos más relevantes de España y del mundo en arqueología y antropología. El museo, cuyo edificio es obra de Juan Navarro Baldeweg, está vinculado a los yacimientos de Atapuerca (otra visita más que recomendable), reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Su exposición principal está organizada en cuatro plantas interactivas que muestran la evolución humana a través de fósiles, réplicas y recursos tecnológicos avanzados. Entre sus piezas más destacadas están los cráneos fósiles del Homo antecessor y Homo heidelbergensis, que permiten entender el origen y desarrollo de nuestra especie.
También ofrece experiencias inmersivas con recreaciones de hábitats prehistóricos y exhibiciones de herramientas y arte rupestre, con las que dar por terminada la visita a la ciudad, fundada por el conde Diego Rodríguez Porcelos en el año 884 y capital del Condado de Castilla, y volvernos a casa.
FOTOGRAFÍA: Txus Díez