El dilema de EH Bildu y las renovables en Araba

El poder municipal que atesora la formación se ha convertido en un caramelo envenenado en esta materia
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El territorio alavés, por su orografía, extensión y densidad de población, se ha convertido en objeto de deseo de las empresas que se dedican a la construcción y explotación de parques de energías renovables, principalmente Aixeindar en el campo eólico y Solaria en el fotovoltaico. Ante esta circunstancia física y un marco legal obsoleto, se presentan multitud de proyectos (sobre todo Solaria), a la espera de que los técnicos de las administraciones competentes, principalmente Diputación y Gobierno Vasco, den a alguno el visto bueno.

 

Decenas de proyectos sobre el papel

El resultado es que sobre el papel hay decenas de propuestas de grandes instalaciones que han encendido las alarmas en la zona rural, y aunque desde las instituciones superiores se insiste en que no todo lo que se pide se va a conceder, en los municipios y concejos han surgido multitud de plataformas que temen perder el paisaje y el modo de vida de la zona rural alavesa. Cierto es que varios de esos grandes proyectos de renovables finalmente han decaído (Cantoblanco, Itsaraz, Laminoria, en su vertiente eólica…), y también que otros, como Labraza o Azazeta, van a ser realidad en breve.

 

La capacidad de decisión de los ayuntamientos

En ese contexto, los ayuntamientos no tienen más capacidad de actuación que presentar alegaciones, esperar que se atiendan y, cuando corresponda, dar el visto bueno a los proyectos que cumplan con las normativas urbanísticas, les guste o no a quienes tienen que apretar el botón o levantar la mano en los salones de plenos.

 

Las direcciones de PNV, PSE y PP no tienen problemas en este sentido, están a favor del actual modelo de implantación de las renovables y confían en los instrumentos legales habilitados para evitar excesos. Por ello, sus concejales votan en consecuencia, pues asumen que no pueden parar un proyecto que cumple la ley, no sin cargar a sus espaldas con una notable presión, porque no es lo mismo defender una posición impopular en una tribuna que en el bar de un pueblo pequeño. Elkarrekin tampoco tiene problemas, pero porque está radicalmente en contra de los proyectos que se presentan, y no tiene capacidad real de decisión en ningún municipio alavés.

 

La Ley vasca de cambio climático

El problema lo tiene EH Bildu, como se acaba de comprobar con la dimisión de sus tres concejales en Arratzua-Ubarrundia. Los soberanistas afirman que la transición energética debe acometerse sí o sí, y por ello han pasado de oponerse con no menos vehemencia que Elkarrekin al despliegue eólico y fotovoltaico a firmar con PNV y PSE la Ley vasca de cambio climático, tratando de formar parte así de los agentes que ordenen dicha transición. La cuestión es que mientras el Plan Territorial Sectorial de las energías renovables sigue corriendo la maratón del Parlamento Vasco previa a su aprobación, se tramitan más de 100 proyectos de parques eólicos y fotovoltaicos en Euskadi «que quedarían fuera de la ordenación prevista«, según denunció en diciembre Ekologistak Martxan.

 

Y así, sin PTS actualizado, y con un montón de proyectos sobre la mesa, EH Bildu entró en una legislatura en la que su poder municipal es mayor que nunca. El problema es que entre sus bases, la oposición a los grandes parques eólicos y fotovoltaicos es en muchos casos la misma que hace tres, cuatro cinco años y, encima, la presión hacia los militantes en sus pueblos es aún mayor que la que sufren los miembros de otros partidos.

 

La renuncia en Arratzua-Ubarrundia

Se explica de este modo la renuncia de Txetxu Zengotitabengoa, Laura Sancho y Javier Ruiz de Arkaute en Arratza-Ubarrundia. Los tres ediles dimitían ante la imposibilidad de frenar el proyecto del parque fotovoltaico Solaria 1, que contempla instalar 90.000 placas en el municipio.

 

Visto bueno a Labraza

Hace escasas semanas, el alcalde de Oion, José Manuel Villanueva, vivía en sus propias carnes esa presión por parte de los vecinos que rechazan el proyecto de parque eólico de Labraza, cuando daba el visto bueno al mismo para no incurrir en un posible delito de prevaricación. No hay que olvidar que una de las razones que dieron la victoria a los soberanistas en uno de los municipios más importantes del territorio, Oion, fue su oposición a este proyecto, que contempla la construcción de ocho aerogeneradores en el concejo alavés.

 

Alegaciones en Laudio

EH Bildu gobierna también en el segundo municipio más grande de Álava, Llodio, donde de momento el Ayuntamiento tiene margen para actuar en esta delicada materia de la implantación de las renovables. El Consistorio ha presentado el segundo informe de alegaciones al proyecto del parque eólico de Ferosca I-Pagolar. En este documento, se reitera que el proyecto es incompatible con el planeamiento municipal y que los principios de recuperación del Plan Territorial Sectorial de Energías Renovables (PTS) deberían servir para proteger esta área del municipio.

 

Propiedades municipales

«Reiteramos las condiciones técnicas propuestas en el informe anterior y confiamos en que las alegaciones presentadas sean tenidas en cuenta en este trámite y no se avance sin atender a las alegaciones que afectan a propiedades municipales y plantaciones ubicadas en un monte de Utilidad Pública», ha explicado la alcaldesa, Ainize Gastaka.

 

Afección a los ganaderos

Dado que se trata de un monte catalogado, el nuevo informe evalúa el impacto en el suelo afectado por las obras y garantiza que no se verá afectado el resto del arbolado de titularidad municipal. Además, en lo referente al pasto público, cierres y bebederos, se pone especial atención en el impacto que las obras podrían tener sobre los ganaderos que dependen de estos recursos comunales, señalando que será necesario valorar y compensar económicamente los daños causados. Asimismo, en la medida de lo posible, se deberá proceder a la restauración de las infraestructuras ganaderas afectadas.

 

Aumento del riesgo de incendio

Las intervenciones sobre los caminos de titularidad municipal deberán ajustarse a lo establecido en la ordenanza reguladora del uso, conservación y vigilancia de los caminos y pistas municipales. Además, el informe subraya la necesidad de considerar el aumento del riesgo de incendio que tanto las obras como la futura explotación del parque eólico podrían suponer para los bosques y plantaciones de la zona.

 

Por ello, el Ayuntamiento de Laudio exige que el proyecto incluya un plan de prevención de incendios, que contemple el mantenimiento del pastizal MUP 76, acompañado de una propuesta económica de mantenimiento anual.

 

FOTOGRAFÍA: Txus Díez

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Txus Díez

20 de marzo de 2025

Fundador de ZUK. Periodista y fotógrafo comprometido con el territorio.