El Ayuntamiento de Labastida ha puesto en marcha una campaña para promocionar la calidad del vino local, una iniciativa con la que se quiere reforzar el vínculo entre el municipio y una de sus señas de identidad más reconocidas: el vino.
Labastida, cuna del vino moderno
Bajo el lema Labastida, cuna del vino moderno, la campaña pone en valor la singularidad de los vinos elaborados en el municipio, su arraigo histórico y su papel clave dentro de la comarca. A través de un enfoque innovador y emocional, la acción busca no solo atraer visitantes, sino también despertar el orgullo local por un patrimonio vitivinícola que ha marcado la historia, la cultura y la economía de Labastida durante siglos.
Carteles y piezas gráficas
El lanzamiento incluye una serie de carteles y piezas gráficas de fuerte impacto visual que se desplegarán en distintos canales físicos y digitales, así como acciones promocionales que se activarán en las próximas semanas. Con mensajes potentes y evocadores, la campaña reivindica que en Labastida el vino “no se bebe, se celebra”.
“El vino forma parte del alma de este pueblo”, ha señalado el alcalde, Daniel García, quien destaca que esta campaña “es una declaración de orgullo por todo lo que Labastida aporta a Rioja Alavesa y al conjunto de la denominación. Somos historia viva del vino y queremos reivindicarlo”.
Un enclave estratégico en la historia del vino
Labastida ha sido durante generaciones un referente en la producción y elaboración de vino de calidad. Su ubicación privilegiada, la riqueza de sus suelos y la sabiduría acumulada de viticultores y bodegueros han convertido a este municipio en una pieza clave del mapa vinícola español.
Destino enoturístico de primer nivel
La campaña quiere precisamente rescatar esa historia y proyectarla hacia el futuro, consolidando a Labastida como un destino enoturístico de primer nivel y fortaleciendo el reconocimiento de su marca territorial.
Esta acción forma parte de una estrategia más amplia del Ayuntamiento para dinamizar el turismo, apoyar al sector vitivinícola local y posicionar a Labastida como un destino con identidad propia, donde el vino no es solo un producto: es cultura, es tradición y es futuro.
FOTOGRAFÍA: Ayuntamiento de Labastida