El pleno del Ayuntamiento de Oion aprobó ayer con los votos favorables de todos sus ediles, y la ausencia de uno del PSE, el plan para permitir la construcción el futuro parque eólico de Labraza, el primero que se construirá en Álava en dos décadas, que costará casi 50 millones de euros y que contará con ocho aerogeneradores de 200 metros de altura a escasos centenares de metros de la villa, reconocida mundialmente por sus murallas.
Ediles increpados
La sesión plenaria contó con la intervención de representantes de la junta administrativa del pueblo afectado, que aseguraron que pelearán en los tribunales para evitar el desarrollo del parque, y de vecinos opuestos al mismo, que increparon a los ediles y al alcalde, José Manuel Villanueva, de EH Bildu, a quien acusan de haber hecho campaña en las elecciones municipales contra la instalación para después respaldarla.
Los soberanistas alegan que todos los expedientes han sido declarados favorables por el Gobierno Vasco el 28 de noviembre de 2024 y que, por tanto, el Ayuntamiento está obligado a conceder la licencia. En todo caso, el gobierno municipal solicitó un informe jurídico en el que se concluye que el Ayuntamiento está obligado a aprobar de forma definitiva este plan especial para no incurrir en un delito de prevaricación.
Azazeta
El proyecto de Azazeta, al igual que el de Labraza, prevé 8 generadores y una capacidad de generación de 40MW,h y está situado en los municipios de Alegría-Dulantzi, Iruraiz Gauna, San Millán/Donemiliaga, Arraia-Maeztu y Bernedo. El Gobierno vasco está ultimando la Declaración de Impacto Ambiental de la instalación, que complementará con la aprobación de un plan especial por parte de la Diputación Foral de Álava.
Además de estas dos instalaciones, en Euskadi hay otras 13 solicitudes en distintas fases de tramitación para desarrollar infraestructuras de generación eólica. Sólo en Álava se encuentran en fase de consultas proyectos en Arlaban, Aramaio, Cantoblanco (Añana), Legutio, Llodio, Miritxa (Elgea) y Laminoria, según recuerda el Clúster de la Energía de Euskadi.
A la espera del PTS
La apuesta del sector privado por las energías renovables al albur de una legislación favorable que antes no existía ha tomado en Álava la forma de un chaparrón de solicitudes para instalar parques eólicos o fotovoltaicos. En esas circunstancias, el Gobierno de la Diputación y los ayuntamientos afectados están sometidos a la presión de las plataformas que representan a un mundo rural temeroso de ver alterados para siempre sus paisajes y su forma de vida.
Estos movimientos reclaman una planificación de la transición energética respetuosa con el medio ambiente, los suelos de alto valor agrícola y el modo de vida de la Álava rural. La cuestión es que el vigente libro de instrucciones en esta materia, el Plan Territorial de las Energías Renovables, tiene más de veinte años, y el PTS que tiene que sucederle no acaba de aprobarse de manera definitiva.
Entretanto, las instituciones se aferran a la legalidad actual, y así muchas de las propuestas planteadas han sido desechadas por los técnicos. Otras, como Labraza y Azazeta, serán una realidad en iunos pocos años.
FOTOGRAFÍA: Villa de Labraza