El Tribunal Superior de Justica del País Vasco ha rechazado la suspensión cautelar del apagado del horno de Guardian que había reclamado el sindicaro ELA, por lo que, salvo circunstancias extraordinarias, este miércoles cesará la actividad en la planta. ELA ha lamentado esta decisión y mantiene la convocatoria de una concentración, a las 7.00 horas de este miércoles, a las puertas de la fábrica.
El jueves, además, los trabajadores inician una huelga indefinida para no participar en el desmantelamiento del que hasta ahora ha sido su lugar de trabajo.
La de la supervivencia de la factoría de Guardian Glass en Laudio es una pugna contrarreloj. La multinacional estadounidense está decidida a apagar el horno este mismo miércoles y empezar a desmantelar la instalación, y aunque da la impresión de que las instituciones y el comité de empresa tienen claro que la firma se marcha de Aiaraldea, no quieren cerrar las puertas a que entren nuevos propietarios y se puedan salvar los 171 empleos ahora en jaque. Y para ello, sostienen las administraciones, es imprescindible que el horno siga en marcha. El diputado general alavés, Ramiro González, ha afirmado este martes que se trabaja «con discreción» para atraer una nueva propiedad.
A la búsqueda de nuevos propietarios
Esa es ahora la prioridad. González ha verbalizado la «voluntad compartida de todas las instituciones es de hacer todo lo posible para evitar el cierre de la planta, con esta o con otra propiedad», ha recalcado. En ese sentido, ha instado a Guardian Glass a tener disposición para «continuar o facilitar que otros lo hagan. Espero que sepan entender la importancia que tiene mantener esos puestos de trabajo», ha dicho, y así se ha trasladado a la firma en la reunión que mantienen este mismo martes las instituciones y Guardian Glass, y a la que asiste la Diputación Foral de Álava.
Expertos independientes
Para ello el horno debe seguir en funcionamiento, más allá del peligro para la estructura del edificio pueda suponer un apagado brusco, pero la empresa sostiene todo lo contrario, que por motivos de seguridad el cese de la actividad debe ser inmediato. «Tenemos que contar con la colaboración de la empresa propietaria -ha insistido el diputado general-, es importante que vayamos de la mano las administraciones con una posición compartida, para intentar convencerles del error que supondría» apagar el horno que produce el vidrio. La Diputación está dispuesta a asumir el dictamen de expertos independientes en torno a esta cuestión.
El malestar en el ámbito público con Guardian Glass es más que evidente, por «la forma en la que la empresa ha anunciado el cierre de la planta, sin información previa a las administraciones, no es la forma en la que habitualmente se comportan las empresa con plantas en nuestro territorio», ha señalado Ramiro González.
FOTOGRAFÍA: Txus Díez
