Inquietud en Ariñez, Lermanda, Crispijana y Margarita por KonpostAraba

Los concejos temen que la nueva infraestructura multiplique las molestias que les ocasiona la planta de Biocompost
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Los concejos de Ariñez, Lermanda, Crispijana y Margarita, junto con Ekologistak Martxan y la plataforma SOS Margarita, han comparecido este viernes en las Juntas Generales alavesas para trasladar a los grupos su preocupación en torno a la futura planta de compostaje KonpostAraba, que se construirá en Júndiz. 

 

La infraestructura sumará su actividad a la de la Planta de Tratamiento Mecánico Biológico (TMB) de Biocompost, que según los vecinos de estos concejos vitorianos genera malos olores y un importante tráfico de camiones.

 

Evaluación de impacto ambiental

Por ello, estas juntas administrativas han comparecido en el Legislativo alavés, invitados por Elkarrekin y EH Bildu. «La nueva planta KonpostAraba se ubicará a menos de 500 metros de Margarita, 400 de Ariñez y 600 de Lermanda, generando una enorme inquietud, ya que su funcionamiento será similar al de Biocompost«, señalan las personas afectadas, quienes recuerdan que la Ley de Administración Ambiental de Euskadi «exige que los proyectos con impactos acumulativos se sometan a una evaluación de impacto ambiental ordinaria, algo que no se está contemplando en este caso».

 

Afirman que en Biocompost se han producido «graves incumplimientos». «En agosto de 2023, Ekologistak Martxan constató que 8 de las 12 materias analizadas por el Gobierno Vasco presentaban deficiencias» y, «lejos de mejorar, la situación sigue empeorando». Explican que la nueva planta KonpostAraba, tan cerca de Margarita, Ariñez y Lermanda, genera «una enorme inquietud, ya que su funcionamiento será similar al de Biocompost», y «la coexistencia de dos plantas similares en un radio tan reducido agravará los problemas ya existentes».

 

El Cerro de Júndiz

Los concejos añaden que la Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular establece que la gestión de residuos debe realizarse sin poner en peligro la salud humana ni el medio ambiente, evitando molestias como olores y ruidos. Apelan además a «la cercanía al Cerro de Júndiz, declarado Bien de Interés Cultural y escenario de la Batalla de Vitoria de 1813«, y a la ausencia de «estudios exhaustivos sobre la dispersión de olores, a pesar de que la experiencia con la planta TMB ha demostrado que las medidas correctoras han sido insuficientes».

 

«Las Juntas Administrativas y ACOVI llevamos años denunciando los problemas de Biocompost y sus irregularidades. Sin embargo, las instituciones nos han ignorado, tratándonos con condescendencia, como si no conociéramos nuestra tierra ni nuestras necesidades», denuncian las vecinas y vecinos, que reclaman el traslado de la planta KonpostAraba a otra ubicación, que el proyecto se someta a una evaluación de impacto ambiental ordinaria y que no se permita la puesta en marcha de la nueva planta sin garantizar antes el correcto funcionamiento de Biocompost.

 

300 personas afectadas

«La situación es insostenible, 300 personas sufren diariamente los olores en nuestros pueblos, junto con el alumnado del colegio del polígono, personas trabajadoras, hoteles, restaurantes y transeúntes del Anillo Verde y el Cerro de Júndiz. Además, el tráfico de camiones sin toldo, con basura esparcida, contribuye a la contaminación. Mientras Vitoria-Gasteiz implanta zonas de emisiones cero, las zonas rurales quedan cada vez más expuestas a la contaminación por CO₂. La paradoja es que quienes elegimos vivir en un entorno natural estamos más expuestos a toda clase de contaminación» denuncian los concejos.

 

Por otro lado, han denunciado  que ni Ekologistak Martxan ni SOS Margarita han podido intervenir en las comparecencias, «con el argumento de que pueden hacerlo por su cuenta». Sin embargo, alegan, «SOS Margaita no está constituida como asociación, lo que la ha dejado sin voz en este proceso».

 

FOTOGRAFÍA: Txus Díez

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Txus Díez

2 de marzo de 2025

Fundador de ZUK. Periodista y fotógrafo comprometido con el territorio.