El Grupo Lobo de Euskadi ha denuncia un caso de caza furtiva de lobo enla zona del vizcaíno Parque Natural de Armañón, el pasado domingo 8 de junio. Según señalan, dos hombres encapuchados abatieron a un ejemplar de gran tamaño, presumiblemente un macho adulto, y transportaron su cadáver en un remolque, amenazando con armas de fuego a las personas que intentaron fotografiar la escena.
«Este hecho, lejos de ser un caso aislado, se suma a la reiterada evidencia de furtivismo contra lobos en diferentes zonas de Euskadi, especialmente en Karrantza, Armañón, Gibijo, Salvada y Kuartango», señala el Grupo Lobo, que señala que, aunque «desde hace casi una década, concretamente desde 2016, no se ha autorizado ninguna batida legal de lobos en Euskadi, ningún grupo reproductor se ha asentado en el territorio, a pesar de las continuas denuncias de daños al ganado«.
«Exterminio ilegal»
“Es una muestra inequívoca de que se está ejecutando una estrategia de exterminio ilegal del lobo en Euskadi, por una serie de delincuentes medioambientales, perfectamente coordinados, que actúan con total impunidad como una banda criminal, incluso en espacios naturales protegidos, y con la complicidad por omisión de las administraciones vascas, de la Ertzaintza, de la Fiscalía y el silencio interesado de determinados colectivos y partidos políticos”, ha señalado el Grupo Lobo de Euskadi.
Investigaciones administrativas y penales
El Grupo Lobo de Euskadi exige «a la Diputación Foral de Bizkaia, a la de Álava y al Gobierno Vasco que activen de inmediato investigaciones administrativas y penales sobre estos hechos, y que la Fiscalía de Medio Ambiente actúe de oficio ante este atentado contra la biodiversidad y el patrimonio natural. Además -señalan-, reclamamos a los sindicatos agrarios una condena pública del furtivismo y el respeto a la legalidad».
La plataforma recuerda que el lobo es una especie protegida en Euskadi, y que «su desaparición no solo es un crimen ambiental, sino también un síntoma de retroceso democrático y social en el respeto al medio natural y a los derechos colectivos».
El suceso ha quedado reflejado en testimonios publicados en redes sociales y plataformas digitales.
FOTOGRAFÍA: Freeepik